AUTORES

Li Bai
Conocido como el poeta inmortal, se encuentra entre los más respetados poetas de la historia de la literatura china. Aproximadamente novecientos poemas suyos subsisten en la actualidad, si bien la atribución de muchos de sus poemas es incierta, lo que hace que el recuento de sus obras varíe en función de las fuentes consultadas. En Occidente los trabajos de Li Bai se conocieron a través de traducciones muy liberales de versiones en japonés de sus poemas, realizadas por Ezra Pound, que admiraba a Li Bai por su capacidad visual y al que, de hecho, consideraba el mayor ejemplo de visualidad de la literatura japonesa.
Li Bai es conocido por su imaginación extravagante y por las imágenes taoístas vertidas en su poesía, a la vez que por su gran amor a la bebida. Al igual que Du Fu, Li Bai pasó gran parte de su vida viajando, situación que se pudo permitir gracias a su relajada situación económica. Se dice que murió ahogado en el río Yangzi, habiendo caído de su bote al intentar abrazar el reflejo de la luna, estando bajo los efectos del alcohol.

"En la noche tranquila"
静夜思
jìng yè sī
Pensamientos en la noche tranquila
床前明月光
chuáng qián míng yuè guāng
delante de la cama la luna brilla
疑是地上霜
yí shì dì shàng shuāng
parece escarcha sobre el suelo
举头望明
jǔ tóu wàng míng yuè
si alzo la cabeza observo la luna
头思故乡
dī tóu sī gù xiāng
si agacho la cabeza añoro mi tierra

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Du Fu
Du Fu nació en el año 712 y murió en el año 770. Escribió más de mil poemas. Su obra puede ser considerada como parte del movimiento del realismo. Sus poemas representaban de forma veraz los estragos causados por la guerra, el contraste entre la pobreza y la riqueza, la belleza de la vida en el campo, la muerte, entre otros temas.

El azor pintado


Sobre la blanca seda
surgen viento y escarcha:
admirable pintura la de este azor.
Presto a cazar una astuta liebre, alza las alas,
y, de perfil, sus ojos parecen los de un mono afligido.
Si se soltara el corderillo de seda
que lo ata al brillante palo
en lo alto del ventanal,
a la espera del silbido para emprender el vuelo;
si le dejaran ya
atacar a los pájaros comunes,
plumas y sangre se esparcirían por la vasta pradera.



 





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